Redacción
Cuenca del Papaloapan
En una jornada electoral marcada por la participación decidida del pueblo, el municipio de Tlacojalpan otorgó su voto de confianza a una mujer de convicciones firmes y corazón generoso: doña Tule Domínguez Vargas, candidata del Partido del Trabajo (PT), quien resultó ganadora y se convertirá, a partir del 1 de enero de 2026, en la próxima presidenta municipal.
Doña Tule, como es conocida y respetada por la comunidad, es mucho más que una figura política. Es un símbolo de trabajo, sacrificio y compromiso. Ama de casa incansable, madre y padre para su único hijo, el joven Eder Domínguez Vargas, ha sabido enfrentar la vida con dignidad, sin perder nunca la humildad que la caracteriza. Su historia es la de muchas mujeres mexicanas que, desde lo cotidiano, construyen realidades mejores para sus familias y comunidades.
Durante la campaña, Tule Domínguez recorrió incansablemente cada rincón del municipio: casa por casa, localidad por localidad, siempre bajo el sol implacable de la Cuenca del Papaloapan. No llevó promesas vacías, sino palabras sinceras, con una sola convicción: que Tlacojalpan merece más. Su mensaje fue claro y directo: es hora de salir del atraso social y ofrecer a la ciudadanía lo que por justicia le corresponde —infraestructura digna, apoyo al sector educativo, atención médica oportuna, ambulancias, patrullas, y sobre todo, una mejor calidad de vida.
El pueblo escuchó. El pueblo confió. Y el pueblo votó con el corazón y con la razón, eligiendo a quien consideran la mejor opción para conducir los destinos del municipio. La victoria de Tule Domínguez Vargas no es sólo un triunfo electoral; es un reconocimiento profundo a su calidad humana, a su entrega constante y a su visión de gobierno cercana, honesta y empática.
Junto a ella, su hijo Eder Domínguez Vargas asumirá el cargo de Síndico Municipal, convirtiéndose en su mano derecha y en el pilar que acompañará esta administración nacida del pueblo. Madre e hijo, unidos por un compromiso común, se preparan para encabezar un gobierno que escuche, atienda y transforme.
La llegada de Tule Domínguez a la presidencia municipal representa una esperanza tangible para Tlacojalpan: la esperanza de un futuro mejor construido desde la raíz, con sensibilidad social, sentido común y voluntad política. El reto es grande, pero mayor es la fuerza de una mujer que ha sabido caminar siempre con la frente en alto, guiada por el amor a su tierra y a su gente.
Hoy, Tlacojalpan no sólo eligió a una presidenta municipal; eligió a una mujer del pueblo, con el pueblo y para el pueblo. Y en ese acto, dio un paso firme hacia el futuro que tanto merece.
