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Checo Pérez tiene varias opciones para regresar a la Fórmula 1 en 2026. ¿Qué decisión tomará?
Cuando termine el mes de junio se acabará el plazo que Sergio Pérez se auto impuso para resolver su futuro en la Fórmula 1 en 2026.
El piloto mexicano todavía tiene mucho que pensar y aguardar a que sea el mercado el que ‘hable’.
Mientras asiste a partidos de futbol, conciertos, charlas y vacaciona en playas, la sabana africana y Europa, Checo Pérez tiene un ojo en los posibles movimientos en la F1 y lo que ellos podrían representar para sus aspiraciones de volver a la categoría.
Checo Pérez está a la espera del mejor proyecto posible
Checo Pérez comentó, en algunas de las pocas entrevistas que ha dado desde que su carrera en la F1 se puso en pausa, que para retornar a la Máxima Categoría tendrá que encontrar un proyecto que lo motive a embarcarse a un calendario de 24 fechas alrededor del mundo, un proyecto donde se pueda pelear por algo.
El tapatío, quien cumplió 35 años y ha arrancado 281 Grandes Premios de F1 para ser el octavo en la lista histórica de más participaciones, también ha mencionado que quiere darle un final ‘en sus términos’ a una dilatada e ilustre trayectoria que, hasta ahora, suma 14 temporadas y donde ha ganado seis GP’s, un subcampeonato de pilotos y dos campeonatos de Constructores.
La realidad dicta que los asientos de la F1 no abundan, ni mucho menos. Los equipos Top están copados: Red Bull (a donde Checo no puede volver porque la escudería le pagó el contrato que tenía para 2025 y la opción en 2026) no es opción para él, como tampoco lo es Racing Bulls; Ferrari tiene bajo contrato a Lewis Hamilton y Charles Leclerc; McLaren tiene una alineación muy fuerte y confirmada con Lando Norris y Oscar Piastri y Mercedes apuesta por Andrea Kimi Antonelli para su piloto del futuro y debería pronto de asegurar contractualmente a George Russell.
Verstappen y Russell pueden sacudir el mercado
Los elementos que pueden enloquecer el mercado de pilotos de la F1 son Max Verstappen y George Russell. El primero porque podría ejercer alguna cláusula que lo separe de Red Bull ante la incertidumbre de la capacidad de la escudería de Milton Keynes para darle un auto competitivo en 2026.
La pieza que ahora mismo es un comodín y no se explica por qué tanta espera para su firma es el británico Russell. En teoría, ni él ni Mercedes tienen mucha opción, deben comprometerse a futuro, pero ya sea que el piloto pretenda una mejor valoración, que por cierto crece luego de su triunfo en el GP de Canadá o que el equipo con base en Brackley y que preside Toto Wolff tenga alguna opción con la que haga a George esperar.
Para Checo Pérez todo lo que sea turbulencia en el mercado es una oportunidad. El caos es una escalera, al menos eso decía el personaje de ‘Little Finger’ en la serie ‘Game of Thrones’.
Cadillac es la carta abierta, pero se pueden destapar más
Para el mexicano la oportunidad de ser parte del undécimo equipo de F1, que será Cadillac está latente, pero comprometerse con ese proyecto implica, primero, estar en un equipo que, como todos los que llegan al Gran Circo, batallará para meterse a los puntos, antes de aspirar a podios y para ello pasarán, seguramente, años.
El equipo de gente que ahora maneja la carrera de Checo Pérez, una vez que Julian Jakobi ha quedado fuera de la ecuación, se mueve por todo el paddock. Este pequeño grupo sabe que si Verstappen y Russell mueven algo, el resto de la parrilla también lo padecerá.
Cadillac es la carta que Checo Pérez tiene abierta frente a sí en el mesa de juego, pero hay otras tapadas que, eventualmente, se revelarán.
La parte media de la parrilla tiene más opciones
Si descartamos a Aston Martin, que tiene prácticamente un solo asiento que se mueve, porque el otro es de Lance Stroll. En el resto de los equipos, incluso con pilotos bajo contrato, pueden abrirse espacios.
Si bien, Checo Pérez no recalaría de nuevo en la organización de Red Bull en su segundo equipo Racing Bulls, la temporada complicada del japonés Yuki Tsunoda y del neozelandés Liam Lawson podrían abrir un par de huecos que otros pilotos desearían cubrir.
Isack Hadjar ha sido un novato deslumbrante y eso podría darle como ‘premio’ el asiento de Tsunoda, quien por otro lado no ha renovado y sus actuaciones, más la salida de Honda no le auguran, por ahora, nada bueno.
Ahí, si damos por un hecho que Lawson también peligra, Racing Bulls abrirían dos lugares.
Luego, Alpine, con quien se sabe han hablado los agentes de Checo Pérez, es un equipo en reconstrucción, inestabilidad en sus cabezas, pero que con Flavio Briatore puede tomar decisiones drásticas con sus pilotos.
El italiano había dicho a principios de año que la F1 debía apostar por los jóvenes, pero, hasta ahora, ni Jack Doohan ni Franco Colapinto han podido sumar puntos para los de Enstone.
La posición del argentino Colapinto parecería más sólida con su frondosa rama de patrocinadores, además de que Briatore apostó por él en una negociación con Williams. Si Franco se mudó a Alpine no fue para ser suplente y menos para no tener una opción clara de correr en 2026.
Pero en la F1 los resultados son la letra de Dios, sin ellos los contratos se esfuman y los planes se olvidan.
Por su parte, Sauber, que ya no falta mucho para que sea solamente Audi, tiene a Jonathan Wheatley como jefe de equipo, el mismo que fuera director deportivo en Red Bull en los cuatro años de Checo Pérez en la escudería de las bebidas energéticas.
Wheatley expresó recientemente su respeto por el trabajo de Checo Pérez en Red Bull y sus cualidades para sacar avante el trabajo en el garaje, sobre todo cuando las cosas no van bien. Resiliencia, le llaman.
Audi tiene a Nico Hulkenberg como su piloto seguro y una promesa con muy buenos apoyos en el brasileño Gabriel Bortoleto, quien, poco a poco, da muestras del talento que lo llevó a ganar los títulos de la F2 y la F3, pero el amazónico tiene prisa y no desea estar mucho tiempo en un proyecto que podría tardar en dar frutos.
El padre de Bortoleto, Lincoln Oliveira, es un hombre muy bien conectado en el deporte motor de Brasil, dueño de Stock Car Pro Series, ha amasado una cartera interesante de auspicios para su hijo y ha construido una carrera detallada con ayuda de coaches de manejo, en un camino destinado a los grandes asientos de la F1.
La impaciencia de Bortoleto, quien podría volar a un asiento con mejores perspectivas inmediatas, destaparía una butaca más.
Hoy por hoy, todo puede pasar en el mercado de pilotos de la F1 y la experiencia reciente nos dice que los movimientos tardíos no son raros.
El mejor tiempo para los cambios, normalmente, es el periodo de receso del calendario, el cual está por llegar luego del 3 agosto que pase el Gran Premio de Hungría, de ahí al 31 del mismo mes que se reinicia el calendario en Zandvoort se esperan algunas definiciones, pero, ¿por qué no, entre el Gran Premio de Gran Bretaña y el de Bélgica también hay un par de semanas de tranquilidad, donde algo se puede despejar en el panorama.
Checo Pérez y su equipo barajan las opciones y esperan, pacientemente, a que el mercado muestre sus cartas.