*Los Tuxtlas y la Cuenca del Papaloapan están atrapados en un verdadero infierno de baches, derrumbes y abandono. Las carreteras, vitales para el turismo y la economía regional, están tan deterioradas que hoy representan un peligro mortal para automovilistas y un desastre económico en potencia. Con la temporada vacacional a la vuelta de la esquina, prestadores de servicios, hoteleros y comerciantes lanzan un grito de auxilio.

*Ciudadanos exigen acciones inmediatas ante el abandono de las vías; Gobernadora fija plazo al 9 de julio para liberar licitaciones.
Enrique Ruiz Castro
Cuenca Tuxtlas
Las carreteras de la región sur del estado, particularmente en la zona de Los Tuxtlas y la Cuenca del Papaloapan, se encuentran en condiciones deplorables que no solo afectan la seguridad de los automovilistas, sino que amenazan con provocar graves pérdidas económicas en uno de los sectores clave de esta temporada: el turismo.
A unos días de que inicie el periodo vacacional de verano, los caminos que conectan puntos turísticos como Catemaco, San Andrés Tuxtla, Santiago Tuxtla y otros destinos de la Cuenca, están llenos de baches, deslaves, tramos sin señalización, hundimientos y zonas intransitables. Habitantes, prestadores de servicios turísticos y transportistas coinciden en que la situación es insostenible.
“Esto no es nuevo, llevamos años pidiendo que se atiendan estas vías, pero ya llegó a un punto en que está afectando directamente la economía de nuestras familias. Los turistas ya no quieren venir porque las carreteras están hechas pedazos”, denunció Ernesto Guzmán, prestador de servicios turísticos en Catemaco.
Urge respuesta: Gobernadora fija plazo a Obras Públicas
En respuesta a la creciente presión ciudadana, la gobernadora del estado, Rocío Nahle García, dio un ultimátum a la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), encabezada por Leonardo Cornejo, para que se liberen los fallos de las licitaciones correspondientes a la rehabilitación de las carreteras.
“He dado plazo a Leonardo Cornejo porque estaban en licitaciones. Le dije: el 9 de julio quiero que se suelten todos los fallos ya. Es urgente que las máquinas empiecen a trabajar porque ya fue mucho tiempo”, declaró la mandataria en una entrevista reciente.
Nahle reconoció que la rehabilitación de las carreteras es una de las principales demandas de la ciudadanía y prometió que su gobierno no dará más largas al asunto. Sin embargo, organizaciones sociales y cámaras empresariales consideran que las acciones llegan tarde, justo cuando se avecina uno de los periodos más importantes para la economía regional.
Turismo en riesgo
La Asociación de Hoteleros y Restauranteros de Los Tuxtlas estima que la región podría sufrir una caída de hasta un 40% en la afluencia turística si las condiciones de las vías no mejoran de inmediato. Esto representa pérdidas de varios millones de pesos, en una economía que depende fuertemente del turismo estacional.
“Ya tenemos cancelaciones. Hay grupos que nos llaman para decirnos que mejor cambian de destino porque no quieren arriesgarse en esas carreteras. No solo es el mal estado, también hay tramos peligrosos, sin iluminación, sin señalización. Estamos al borde del colapso”, lamentó Lilia Martínez, administradora de un hotel en San Andrés Tuxtla.
La Cuenca también sufre
En municipios de la Cuenca del Papaloapan como Cosamaloapan, Tlacotalpan, Carlos A. Carrillo y Chacaltianguis, el panorama no es distinto. Las rutas federales y estatales presentan tramos deteriorados que dificultan el transporte de mercancías y de personas. Productores agrícolas también han levantado la voz, señalando que los altos costos de transporte y los retrasos ponen en riesgo sus ventas.
“Para sacar nuestros productos tenemos que pagar más a los transportistas porque nadie quiere venir por estos caminos. Los vehículos se dañan, las llantas revientan. Esto no es desarrollo, es retroceso”, señaló un productor cañero de Tlacotalpan.
Exigen transparencia y resultados
A la espera de que se cumpla el plazo fijado por la gobernadora, diversos sectores demandan transparencia en los procesos de licitación, la publicación de las obras asignadas, montos y tiempos de ejecución, así como supervisión ciudadana para evitar corrupción o abandono de trabajos.
“Está bien que ya se va a actuar, pero queremos ver resultados reales, no solo declaraciones. Que no se convierta en otra promesa más. La región ya no aguanta otro verano sin turismo y sin caminos seguros”, declaró un líder de transportistas de Santiago Tuxtla.
¿Y después del 9 de julio?
Mientras el reloj avanza hacia la fecha límite impuesta por la gobernadora, las comunidades de Los Tuxtlas y la Cuenca del Papaloapan mantienen la esperanza de que esta vez sí se dé una respuesta efectiva y no solo paliativos.
La rehabilitación de las carreteras no es solo una necesidad logística; es una exigencia social, económica y de dignidad para una región que ha sido históricamente olvidada en materia de infraestructura.
¿Llegarán las máquinas a tiempo o el sur de Veracruz volverá a ser marginado una temporada más?
